Una ex Runaway se confiesa
No es noticia que la industria de la música es altamente sexista y que las pocas mujeres que forman parte sufrieron alguna vez del machismo. Algunas incluso fueron abusadas por gente de su propio entorno.
Hace unas semanas, la artista pop Kesha demandó a su ex manager por intento abuso sexual [podés leer más acá]. Estas declaraciones resonaron en la cabeza de la ex Runaway, Jackie Fox, quien volvió a hacer pública la historia de ese Año Nuevo de 1975 cuando gente cercana a la banda le recomendó tomar metacualona (los famosos quaaludes) y lo próximo que recuerda es a su manager, Kim Fowley (fallecido a principios de año) encima de ella, violandola en frente a varias personas -Joan Jett incluída.
La bajista dejó el grupo un año después y decidió estudiar leyes, graduándose con diploma de honor. Dijo que siempre intentó llevarse bien con Fowley y el resto de las chicas después del incidente, pretendiendo que había superado el tema. Pero en realidad no lo ha hecho y volvió a hablarlo con el portal Huffington Post.
El acusado murió sin anunciar publicamente su versión de los hechos. Nunca aceptó confrontar a Fox y cuando tuvo la intención de incluir el tema en un libro de memorias, la abogada amenazó acciones legales y el tipo desistió.
Al respecto, Joan Jett lanzó un comunicado en el que dice que nunca presenció una escena de ese tipo y que no se hubiera quedado sentada si hubiese estado allí. Igualmente se mostró solidaria con Jackie, aunque no se hablan hace años.

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