
En el 2012 Beastie Boys hizo una demanda y arrancó un juicio contra la bebida Monster Energy Drink por usar en forma ilegal y maliciosa extractos de sus canciones para una serie de publicidades llamadas Ruckus in the Rockers. Luego de dos años de tire y afloje, el grupo rapero salió ganando y se llevó 1.7 millones de dólares, aunque los Beastie habrían pedido unos 2.5 millones.
“No le damos licencia a los productos para que usen nuestras canciones, nunca lo hicimos ni lo haremos”, Horovitz.
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