Especial: El nuevo negocio musical de YouTube.

Tom Pickett, uno de los ejecutivos
más importantes de YouTube, reveló esta semana que la compañía de Google
pagó más de un billón de dólares en materia de derechos de autor a
artistas de todo el mundo. La noticia impactó de manera positiva en el
mundo de la música y demostró, una vez más, que los servicios de escucha
no convencionales pueden ser una fuente extra de ingresos para los
músicos teniendo en cuenta la caída de las ventas de discos.
“Estamos apoyando mucho la música.
Si lo piensan bien, Google le pagó a la industria musical en los últimos
años más de un billón de dólares. Así que hay un negocio importante
para los artistas en este modelo soportado por publicidades online. Y
las ganancias en gran parte van a ellos…” explicó el vicepresidente
de contenidos de YouTube en un panel de discusión abierto en Cannes.
Así mismo Picket consideró que las quejas de muchos músicos y compañías
no están estrechamente ligadas al pago que se hace por derechos de
autor, ya que la compañía se encarga de efectuarlos de manera correcta a
través de las entidades reguladoras.
Aunque en la conferencia Google no
detalló cuánto le paga a los artistas por la reproducción de su trabajo,
algunos estudios arriesgan que se entrega entre 60 centavos hasta 2
dólares cada mil visitas en el video. Además la empresa beneficia a
aquellos músicos que son “copiados” por sus usuarios y logran generar
una cantidad de covers que obliga la visualización de publicidad en el
sitio. “Aunque todavía no es mucho y no es muy significativo para
los grupos, el modelo de negocio pretende ser beneficioso para ellos en
un futuro” explicó Jaime Cheek, un importante manager musical.
Según el sitio web Nielsen Scan el año
pasado se reprodujeron más de 118 billones de temas en plataformas
online –incluyendo YouTube, Spotify y Deezer entre otros- lo que refleja
el aumento en el uso de estos sitios y los beneficios que estos pueden
llegar a brindarle a los artistas. Hay que tener en cuenta que la
mayoría de estas empresas generan dinero con publicidad y suscripciones,
y es a partir de estos ingresos es que pueden pagar los derechos de
autor que tantos músicos reclaman.
¿Cómo seguirá el futuro de la industria
musical? ¿Beneficiará en algún momento a los artistas el nuevo modelo de
negocio virtual? ¿Logrará superar lo que significó la venta de discos
en los ’90? Todos estos enigmas y muchos más seguro se podrán responder
en los próximos años.
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