I am Ozzy (confieso que he bebido).

Un chico pobre de Londres nunca se hubiera imaginado convertirse en millonario, tener una mansión a cada lado del Atlántico, sobrevivir a un choque de avión e ingerir excesivas cantidades de sustancias tóxicas, historias que revela el músico en su libro.
"Durante los últimos 40 años he ido ciego de alcohol, coca, ácido, pegamento, jarabe para la tos, heroína, rohypnol, vicodin y otras muchas sustancias", declara Ozzy en el libro.
"La gente me pregunta cómo es posible que siga vivo y no sé qué responder. Si de niño me hubieran puesto contra un muro junto a mis amigos del barrio y nos hubiesen preguntado quién de nosotros iba a alcanzar los sesenta, quién acabaría con cinco hijos, cuatro nietos y una mansión a cada lado del Atlántico, no habría dado una moneda por mí, ni de chiste. Pero aquí me tienen: dispuesto a contarles la historia por primera vez", comentó el músico.
Ozzy Osbourne se crió en lo más inhóspito de Reino Unido, pero consiguió escapar de ese agujero gracias a Black Sabbath, una banda de rock dura y presuntamente satánica.
"Cada día de mi existencia ha sido un acontecimiento. Me entregué durante tres décadas al cultivo de la politoxicomanía con combinaciones mortíferas de drogas y alcohol. Me han detenido por un asesinato frustrado".
"He sobrevivido al choque de un avión con mi furgoneta, a sobredosis suicidas y a un largo menú de enfermedades venéreas, pero estuve a punto de perder la vida manejando un cuatriciclo que pasó sobre un bache a la peligrosa velocidad de tres kilómetros por hora", indicó el cantante.
I am Ozzy (confieso que he bebido) revela, entre otras cosas, que en su juventud sólo se acostaba con mujeres feas, que orinó contra los sagrados muros de El Álamo y después contra su futuro suegro, que descabezó una paloma (viva) mediante un mordisco y repitió luego la operación con un murciélago en uno de sus conciertos; entre muchas otras historias que dejarán a los lectores perplejos.
"Hablaré de asuntos no muy agradables: he cometido unas cuantas fechorías y siempre me atrajo el lado oscuro, pero no soy un demonio. En realidad soy un chico de familia obrera que dejó su trabajo en la fábrica para irse de fiesta", puntualiza Osbourne.
Comentarios